La banda viajó para grabar el nuevo videoclip "Mírame, mírate"; dos días con ellos
"¿Quién pidió un tostado?", preguntó un mozo de viva voz. Un tímido Peter Lanzani levantó la mano. Los Teen Angels compartían el VIP de Aeroparque con una comitiva abultada, todos muy ansiosos e inquietos por subir al avión que los depositaría a orillas de las Cataratas del Iguazú y el único que pensaba en comida era él.
Se preparaban para enfrentar dos jornadas maratónicas de filmación para su nuevo videoclip, "Mírame, mírate", segundo corte de su disco Teen Angels 5 , y lo harían en escenarios naturales invitados por Inprotur (organismo dependiente del Ministerio de Turismo de la Nación) y el Ministerio de Turismo de Misiones para ayudar a impulsar la candidatura de las Cataratas a categoría de nueva maravilla del mundo.
La banda que tuvo su origen en Casi ángeles -la última tira que produjo hasta el momento Cris Morena-, es la única de las creaciones de la productora que se mantiene vigente. "Creo que está bien que Cris se tome este tiempo. Ella no podía seguir escribiendo después del drama que le tocó vivir. En un momento dijo que no escribiría más, pero lo dijo desde el dolor", explicó Peter, con sus chispeantes ojos ensombrecidos al evocar la muerte de Romina Yan, la hija de su mentora. "Creemos que va a volver. Se notó mucho su falta en la televisión este año", agregó Gastón Dalmau, también conmovido.
EL DIARIO DE VIAJE
Día 1 de rodaje. A las 8 ya bullían los selváticos pasillos del hotel Loi Suites. Un puente colgante que conectaba las habitaciones con el edificio principal se zarandeaba con las idas y venidas de Inés y Marcelo, maquilladora y peinador, que se ufanaban por dejar perfectos a los cinco jóvenes artistas.
"¿Qué es eso? Parece el Oso Arturo", dijo Lali Espósito entre carcajadas por su propia ocurrencia no bien entró al Parque Nacional Iguazú. Rocío Igarzábal y Gastón, haciendo gala de su amor por la naturaleza, corrieron al encuentro del coatí que señalaba su amiga e hicieron buenas migas con él. "Yo soy de Coronel Suárez, me crié entre animales", bromeó Gastón, mientras "Rochi" gatillaba su cámara de fotos profesional como una posesa. "Por ahora estoy jugando, pero me encantaría dedicarme a la fotografía", confesó la última cantante que se incorporó a la banda tras el alejamiento repentino de María Eugenia Suárez.
La pasión de los fanáticos del grupo no tiene fronteras: se dieron cita en el parque dos adolescentes que condujeron las cuatro horas que separan Asunción de la tierra colorada sólo para encontrarse con sus ídolos. Algo similar ocurrió con tres seguidoras israelíes, que viajaron a la Argentina para ver los recitales que los Teen Angels realizaron en el Gran Rex esta temporada de invierno, y llegaron a Iguazú el mismo día y al mismo hotel adonde arribaría la banda.
"No puedo hacerme cargo de lo que me dicen los fans. No puedo sentirme tan especial como me ven", reflexionó Lali. Durante toda la jornada habían sorteado jóvenes seguidores que no bien los reconocieron se abalanzaron sobre ellos al son de "Lali, sos la luz de mi vida", "Peter, te amo", "Rochi, diosa". Los elogios se repiten como jaculatorias a cada paso que dan. Incluso algunos se colaron en la conferencia de prensa que ofreció la banda para ver cómo sus adorados recibían el primer disco de oro de Teen Angels 5 y votaban al unísono por las Cataratas.
Día 2. Algunos prefirieron no desayunar. "Inés, ¿me maquillás en 15 minutos?", pidió Lali, para poder despertarse lo más tarde posible. A las 8 ya todos estaban sumergidos nuevamente en el fondo de un cañadón. Concluyeron las tomas más representativas del escenario natural y dieron el toque final en una antigua casona de campo semi- abandonada en las inmediaciones del parque.
Una nube voluptuosa comenzó a cernirse sobre el parque justo cuando el director gritaba "¡Corte! ¡Terminamos!", y una ovación casi futbolera se hizo oír. El mediodía había pasado hacía una hora y media y estaban cansados. El resto de la tarde lo pasaron bromeando, tomando jugos, mirando fotos, leyendo cartitas de sus fans y jugando al ping pong. Así, entre chistes y buen humor, se ayudan a disfrutar de lo que los cinco coinciden en llamar "el privilegio de vivir de lo que uno ama"..
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